Si algo caracteriza a los chinos es que les encanta comer. A todas horas están comiendo. Quizá se acentúe en que empiecen a comer a las 11h30 y a cenar a las 5 de la tarde y que comen donde sea si les ha entrado hambre.
Por eso está todo lleno de puestos de comida por la calle, algunos en carros como los de delante de la escuela, otros en tiendas, en los badulaques, en los estancos… y claro, en restaurantes.
Este es un puesto de pastelitos sencillito… lo curioso es que es un puesto para vender directamente en la calle, no hay que entrar a comprar.
Estas brochetas son muy populares. Están metidas en una especie de sopa, y te las ponen en un vaso de papel gigante. Este puesto está en la entrada de un centro comercial
Y otra cosa muy popular son las mazorcas y los huevos negros. En este caso se venden en un estanco, diversificando la mercancía… No sé si lo del tabaco y que los huevos estén negros tiene alguna relación…
Los huevos negros son hervidos en té… no saben mal, sólo tienen mal aspecto.
Rocío, seguramente tengas razón. Después de los intestinos de ayer, los huevos negros serán mi próxima experiencia culinaria.